El cuidado de la piel del rostro requiere un ritual de belleza y salud de la piel que se repite por la mañana y por la noche para reequilibrar su pH natural, desintoxicar, y limpiar profundamente la dermis .
La elección de tu rutina de cuidado de la piel es muy personal y los productos que existen son muchos y variados.
¿Cómo elegir la mejor rutina?
Simplemente escuchando a tu piel y satisfaciendo sus necesidades, intentando llenar los huecos o equilibrando las abundancias.
Siguiendo el régimen de belleza que más te conviene cada día, con constancia y un poco de paciencia podrás ver los primeros efectos beneficiosos ya a las dos semanas.
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Cada tipo de piel tiene su propia rutina de cuidado de la piel.
¿Cuántas veces vamos a la farmacia, perfumería o visitamos la sección de cremas y productos para la piel de nuestro sitio de confianza, seguros de lo que queremos comprar y terminamos sin comprar nada?
Son infinitas las opciones de cremas faciales específicas, por lo que conocer las necesidades de tu dermis es esencial.
El primer paso y más importante es identificar nuestro tipo de piel. Sin saber reconocerla, de hecho, será imposible incluso elegir una simple base de maquillaje o una crema facial hidratante .
Piel grasa
Este tipo de piel es típica de la adolescencia .
De hecho, en primer lugar entre las principales causas se encuentran las alteraciones hormonales , donde predominan los andrógenos, seguidas inmediatamente después por el consumo de comida basura y una dieta rica en grasas.
El rostro es graso debido a la producción excesiva de sebo por parte de las glándulas sebáceas.
No es raro encontrar numerosos comedones, espinillas y puntos negros debido a las impurezas depositadas en los poros dilatados.
Sugerimos que se utilicen productos con reguladores del sebo, la purificación, desintoxicación y la acción reparadora, combinado con regulares exfoliantes faciales
Piel seca
A menudo tendemos a incluir en esta categoría dos tipos de epidermis , la realmente seca y la deshidratada .
¿Cómo distinguirlos?
Por piel seca entendemos una piel frágil , fina y propensa a agrietarse cuya causa se encuentra en la escasa, casi nula producción de sebo .
Cuando hablamos de deshidratación cutánea nos referimos a una falta real de agua, lo que provoca una tez apagada , agrietada y poca elasticidad para un rápido envejecimiento de la dermis .
Las causas pueden derivar de factores externos , como un clima especialmente duro o factores fisiológicos y genéticos : edad, patologías, genética …
La elección de los productos recaerá en cremas faciales hidratantes , multivitamínicas y mascarillas calmantes .
Piel mixta
Cuando encontramos esta redacción en las etiquetas e indicaciones de una crema facial, mascarilla nutritiva o un exfoliante natural, muchas veces nos confundimos con » todo tipo de pieles » que significa todo y nada.
El rostro en este caso aparece poco homogéneo , estará sujeto a más atención y diferentes productos o dependiendo de las zonas a tratar .
La dermis en la denominada zona T (nariz, frente y mentón) aparece grasa y rica en sebo , como en el caso de la piel grasa .
Por el contrario, el resto de zonas del rostro tienden a la sequedad y deshidratación , al igual que la piel seca.
Las causas se deben casi exclusivamente a una predisposición genética.
Indicación sobre los productos: en ausencia de productos específicos se recomienda elegir dos tipos diferentes para tratar las distintas zonas del rostro .
Piel sensible y delicada
La piel sensible es una condición de la epidermis real, está más extendida entre las mujeres que entre los hombres y, a menudo, se subestima.
Se reconoce fácilmente porque tiene múltiples fragilidades : enrojecimiento, ardor, reacciones cutáneas y además está más predispuesto a la formación de arrugas y signos de envejecimiento.
En la mayoría de los casos, la piel sensible se origina por comportamientos incorrectos en el cuidado de la belleza.
La elección prolongada de productos faciales que no son adecuados para su piel, o cremas faciales de baja calidad con ingredientes químicos altamente dañinos, puede causar numerosos daños por sensibilidad en la dermis.
Los signos más visibles son la formación precoz de manchasutáneas , cuperosis , eritema frecuente , rosácea y dermatitis.
En este caso es muy importante el tratamiento con productos calmantes , cosmética natural o de origen natural .