Puede que ante alguna situación sobrevenida, necesites una cantidad de dinero de la que no dispones en el momento. En ese caso puedes solicitar un préstamo, aunque hay varios aspectos que debes tener en cuenta. Si estás en esta situación, es recomendable que consultes a un profesional financiero y te pongas en manos de las empresas que ofrezcan las mejores oportunidades, como es el caso de Gesfinan, una empresa especializada en préstamos personales y reunificación de deudas.
Veamos a continuación un breve repaso sobre qué es un préstamo, qué factores intervienen, y cómo influyen cada uno de ellos en la concesión y el cálculo del importe final.
Qué son los préstamos personales
Un préstamo es una operación financiera en la que una entidad, el prestamista, concede una cantidad de dinero al solicitante, el deudor, que se compromete bajo la firma de un contrato a devolver la cantidad de dinero acordada, en un plazo estipulado. La cantidad a devolver es superior que la solicitada, según el porcentaje de intereses que se indique.
Un préstamo personal, concretamente, es un préstamo que se puede utilizar para financiar cualquier tipo de gasto. Se trata del tipo de préstamo que ofrecen los bancos, empresas de créditos o prestamistas. Los préstamos personales suelen tener unos intereses más altos que otros tipos de préstamos, como los préstamos hipotecarios, debido a que no cuentan con un activo.
Como ya hemos mencionado, un aval es un aspecto importante que te facilitará la concesión de un préstamo, pero no es el único agente que interviene, y que hay que tener en cuenta. Los intereses son el aspecto que más afecta a la rentabilidad del préstamo para el deudor.
Cómo afectan los intereses
Al tratarse de una operación económica donde el prestamista cede una cantidad de dinero que le será devuelta, tiene que existir un ápice de ganancias. Esto se consigue con la aplicación de intereses sobre la cantidad total prestada.
Los intereses son el porcentaje del importe del préstamo que se cobra al prestatario a modo de pago por haber solicitado y disfrutado del dinero prestado. Dependiendo del importe total del préstamo, el plazo de devolución y el tipo de interés, el resultado podrá ser más o menos rentable.
Existen dos tipos de intereses: los intereses fijos, que son aquellos cuya tasa de interés se establece en el momento de la firma del contrato y que no varían durante el plazo del préstamo, y los intereses variables, cuya tasa puede variar según los índices de referencia del mercado, tanto por encima como por debajo del valor de los intereses fijos.
Reunificación de deudas
En el caso de contar con varios préstamos y no poder a hacer frente a estos, debido a la gran cantidad de intereses que presentan, una opción es la reunificación de deudas.
La reunificación de deudas es un trámite por el cual se combinan varias deudas individuales en una sola deuda más grande, con el fin de simplificar el proceso de gestión de deudas, y que se pueda hacer la devolución mediante pagos de importes menores. La gran ventaja de reunificar las deudas, es que los intereses son más bajos, y que el plazo de devolución es más largo, por lo que es más fácil devolver el importe total por parte del deudor.
Al igual que en los préstamos, un aspecto que facilitará su concesión, es contar con un aval. En el caso de tener un inmueble bajo tu propiedad, puedes solicitar una reunificación de deudas con una hipoteca, ofreciendo tu casa como garantía de pago.
Por tanto, si necesitas solicitar un préstamo, atiende a los aspectos mencionados y todas las ventajas que ofrecen. Sin duda alguna, la situación ideal es no acumular préstamos y devolverlos antes de solicitar uno nuevo. Pero si te has visto obligado a pedir varios préstamos, no dudes en reunificar dichas deudas, para que el margen de pérdidas por los intereses sea lo más bajo posible.