La mayoría de las personas cuando alcanzan una edad elevada precisan de unos cuidados y atención especiales debido a problemas de salud o derivados como la movilidad. También, por la incapacidad de realizar algunas tareas que antes eran capaces de hacer por sí mismos.
En ese caso, muchas personas optan por ponerse a disposición de sus seres queridos para hacerles el día a día más fácil, pero no todas disponen del tiempo necesario para poder hacer frente a una obligación más en su vida que además, precisa un extra de dedicación y atenciones. En ese caso, existen centros especializados en la atención y cuidado de nuestros mayores: las residencias de ancianos y los centros de día.
Veamos a continuación cuáles son las peculiaridades de cada uno de estos centros para ayudarnos a decidir cuál es el más adecuado para nuestro ser querido, según sus particularidades y nuestras necesidades.
Las residencias de ancianos, asistencia las 24 horas
La característica que diferencia las residencias de ancianos con los centros de día es que en estos establecimientos las personas mayores viven las 24 horas del día y es su lugar de residencia. Tienen todas las comodidades, cubiertas sus necesidades y además, tienen la privacidad de sus propias habitaciones, a veces compartidas con otra persona.
Sin embargo, esto no quita que los internos en una residencia puedan salir, siempre acompañados de un responsable autorizado que se haga cargo de la persona y de todo lo que le pase durante el tiempo que está fuera de la residencia.
Los residentes pueden recibir visitas todos los días, siempre dentro de unos horarios que limitan los tiempos de descanso. Podrás visitar a tus seres queridos cualquier día del año dentro de los horarios estipulados de mañana y tarde.
Además de contar con personal especializado en el trato de personas ancianas y personal sanitario que controle su medicación y todas las necesidades relacionadas con su salud, en las residencias cuentan con instalaciones en las que se pueden disfrutar de actividades variadas, como puede ser una biblioteca, una sala de proyecciones, de juegos e incluso, eventos puntuales que organiza el personal de la residencia.
Los centros de día, lugares de cuidado durante pequeños arcos de tiempo
Los centros de día se diferencian de las residencias en que son lugares donde las personas mayores son atendidas en horario diurno, según sus necesidades y que, llegada cierta hora de la tarde, vuelven a sus casas o lugares de residencia para ser cuidados por las personas que están a su cargo.
Se trata de una excelente alternativa si nuestro ser querido precisa de vigilancia constante y nosotros no podemos encontrarnos en el hogar junto a él o ella en algunos momentos prolongados del día, sea por motivos laborales o por cualquier otro que nos imposibilite estar con ellos gran parte del día.
En estos lugares cuentan con todas las comodidades y atenciones necesarias, ya que no solo van a pasar las horas que estarían solos en casa, sino que cuentan con instalaciones donde les ayudan a mantenerse activos, a realizar ejercicios de rehabilitación de algún postoperatorio si estos los necesitan o bien, para mantener su salud controlada mediante la regulación de la medicación por parte de profesionales sanitarios. Además, se relacionarán con personas de su edad, favoreciendo la calidad de vida y su desarrollo social, ya que muchas veces se puede ver afectado su estado emocional y mental.
En muchos casos, la movilidad de la persona puede ser un problema, pero no tenemos de qué preocuparnos, ya que los centros de día se encargan del transporte de las personas mayores y por tanto, el mismo se encuentra adaptado para que sea cómodo y seguro para el usuario.
Dependiendo del caso y del nivel de dependencia de nuestros ancianos, podemos elegir una opción u otra para asegurarnos de que están protegidos, que están atendidos con todo lo que necesitan y con unos servicios de calidad.