Antes de jugar a esta modalidad de juego de azar, es importante tomar en cuenta uno de los conceptos más importantes: la volatilidad
A la hora de disfrutar y aprovechar al máximo las posibilidades del juego en las máquinas tragamonedas, el jugador debe prestar atención a varias cosas, con especial énfasis en el concepto de la volatilidad.
Cuanto mejor comprenda cómo funciona este aspecto, podrá tomar mejores decisiones acerca de dónde colocar sus apuestas y cuánto dinero debe arriesgar.
El sector del juego ha experimentado un salto cualitativo y cuantitativo en Latinoamérica. México, particularmente, ha visto cómo el número de jugadores se ha incrementado en los últimos años. De este modo, los casinos, ya sean físicos -como la apertura de los nuevos locales de la región de Tamaulipas– o digitales, se han convertido en un importante reclamo dentro de una industria en pleno auge.
En especial, el juego online encontró un fuerte impulso debido, entre otros motivos, a la pandemia por Covid-19, que llevó a muchos locales físicos a cerrar sus puertas, mientras que los dispositivos digitales se hacían un hueco cada vez mayor entre la sociedad mexicana. Los usuarios, ahora, encuentran sus juegos de azar favoritos en el ecosistema digital, como las máquinas tragamonedas. Si quiere encontrar una completa comparativa con los casinos online que cuentan con este exitoso juego, puede descubrir las nuevas tragaperras en México para descubrir las mejores máquinas tragamonedas en las que disfrutar de toda la emoción de las apuestas en las slots mexicanas desde la comodidad de su casa.
Sin embargo, antes de embarcarse en la aventura de las máquinas tragaperras, el jugador debe prestar atención a varios aspectos de este juego, con especial hincapié en la volatilidad.
Qué es la volatilidad en las máquinas tragamonedas
También conocida como varianza, la volatilidad es una medida de la frecuencia con la que un juego de tragamonedas paga a un jugador, ya sea con dinero real o con criptomonedas, y qué cantidad en total. De este modo, las máquinas tragaperras con una baja volatilidad devolverán beneficios más pequeños a sus jugadores pero con mayor frecuencia, mientras que los juegos con una volatilidad más alta pagarán cantidades de dinero más grandes pero una frecuencia menor.
Si bien es cierto que la mayoría de los casinos, ya sean físicos o digitales, suelen disponer de máquinas tragamonedas con una volatilidad media, es decir, que ofrecen un pago y frecuencia de beneficios equilibrado, la realidad es que el jugador puede encontrarse con casinos que se inclinan por uno de los dos extremos.
Cómo afecta la volatilidad a los jugadores
El nivel de volatilidad de las máquinas tragamonedas afectará en el modo en que los jugadores abordan el propio juego. En otras palabras, las tragaperras que ofrecen baja volatilidad contarán con un nivel de riesgo menor en términos de pérdida de dinero en caso de perder el juego frente a aquellas otras que ofrezcan una volatilidad más elevada. Sin embargo, en este último caso, las ganancias se multiplicarán en el caso de ganar.
Los juegos que cuentan con una volatilidad baja, además, permiten la recuperación de las pérdidas debido, precisamente, a los pagos frecuentes. La baja frecuencia de las máquinas tragamonedas a la hora de pagar convierten este tipo de juegos en una modalidad más arriesgada para los jugadores.