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Efectos psicológicos de la mentira

la mentira

Todas las personas hemos mentido en alguna ocasión, y no necesariamente tiene que ser siempre algo negativo. A veces contamos alguna pequeña mentira sin importancia para evitar un daño a terceras personas.

Sin embargo, en otras ocasiones la mentira sí que es algo negativo que afecta a nuestro bienestar emocional y al de quien nos rodea. En la siguiente infografía vamos a conocer con detalle los efectos de la mentira sobre nuestro bienestar emocional.

Mentira y efectos psicológicos

Tipos de mentiras

Hay varios tipos de mentiras que pasaremos a describir:

Mentiras piadosas: son las que tienen una intención benevolente. Por ejemplo, si alguien lleva a cabo un cambio de imagen que no nos gusta y no tenemos confianza suficiente para decírselo, le decimos que nos gusta. Esta mentira se usa mayoritariamente para no herir los sentimientos de otra persona. Es un tipo de mentira social y que puede incluso ser beneficiosa.

– Mentiras instrumentales: son las que buscan el interés propio, y se suelen emplear para lograr algo. No necesariamente tienen una intención maliciosa, pero hay quien puede emplearlas para hacer daño a otra persona.

– Autoengaño: tiene que ver con nuestras creencias, porque nos cuesta ponerlas en duda, o con el miedo a aceptar la realidad para evitar el miedo a la incertidumbre.

– Exageración u omisión: son 2 tipos de mentira que suelen ir de la mano, y que se usan para narrar una historia de forma que quien la cuente quede mejor. Para ello, exagerará los detalles positivos de la misma y/u omitirá los detalles negativos. Normalmente se hace para impresionar a quien la escucha.

– Rumores: sucede cuando escuchamos algo sobre otra persona y, sin contrastar dicha información, la difundimos e incluso exageramos. Este tipo de mentira es muy frecuente y muchas veces no somos conscientes del daño que podemos hacer a la víctima del rumor.

– Mentira compulsiva: por norma general son causadas por un problema serio (como baja autoestima u otro tipo de problemas psicológicos, que pueden necesitar atención profesional), y son mentiras que se dicen sin motivo aparente, incluso cuando es más fácil decir la verdad.

Motivos para mentir

– Para quedar bien: las usamos para ser aceptados socialmente, especialmente en casos de baja autoestima.

– Para evitar hacer daño: es cuando decimos alguna mentira piadosa para no herir a otras personas.

– Para evitar consecuencias: a veces cometemos errores y no queremos enfrentarnos a las consecuencias, por lo que alteramos la realidad en mayor o menor medida. Esto puede llevarnos al siguiente tipo de mentira.

– Para tapar más mentiras: al final, mantener una mentira es algo muy difícil, por lo que es muy frecuente cubrirla con más mentiras que justifiquen o expliquen la primera.

– Para conseguir algo: se usan con el objetivo de manipular a otra persona, apelando a sus sentimientos, ya sea a la culpabilidad o a la pena.

Consecuencias de mentir

– Genera ansiedad: tanto recordar las mentiras que hemos contado para que siempre tengan coherencia, como el miedo a que nos descubran y a las consecuencias que esto pueda tener, aumenta los niveles de estrés.

– Pérdida de vida social: puede darse el caso de que, por el miedo a que nos pillen en alguna mentira, nos aislemos y reduzcamos nuestras actividades de ocio.

– Culpabilidad: en el fondo, toda persona que miente sabe que no está actuando correctamente, por lo que es difícil no tener un sentimiento de culpabilidad.

– Pérdida de credibilidad: cuando hay sospechas de que no estamos diciendo la verdad, puede suceder que la gente deje de confiar en nosotros incluso en ocasiones en las que estamos diciendo la verdad, con lo que veremos reducida nuestra reputación.

– Daño a las personas que apreciamos: si una persona a la que apreciamos nos pilla en una mentira, podemos generarle dolor, haciendo que pase por estados de tristeza, ira o frustración, entre otros.

– Aumento de las mentiras: ya sea porque la única forma de mantener una mentira es contando otras, o porque el hecho de ver que podemos conseguir cosas mediante el engaño es más fácil de lo que creíamos al principio, puede suceder que una pequeña mentira nos vaya llevando progresivamente a mentiras mayores, lo que con el tiempo hará que las consecuencias previamente mencionadas tengan más probabilidades de darse.

Trastorno derivado

El principal trastorno derivado de la mentira es la mitomanía o mentira patológica, trastorno patológico que consiste en falsear la realidad como vía de escape para obtener aprobación o admiración.

Este trastorno puede tener diversas causas, pero una de ellas es la percepción de que, gracias a la mentira (especialmente en personas con habilidad para no ser descubiertas), se tiene una vida más acorde a las expectativas generadas. A veces, estas personas pueden acostumbrarse tanto a la mentira que llegan a creerse sus propias invenciones, con lo que llegan a perder la sensación de estar mintiendo y lo hacen con más naturalidad. Las mentiras no siempre son para aparentar.

La principal diferencia entre una persona mitómana y una mentirosa es que, mientras la mentirosa miente por alguna causa, la mitómana miente casi por adicción, sin necesariamente buscar un objetivo.

Aunque sea algo molesto y el primer impulso sea evitar a este tipo de personas, la verdad es que si sospechamos que una persona a la que tenemos aprecio sufre de mitomanía debemos intentar ser comprensivos y ayudarle a que se ponga en tratamiento profesional.

Actuar frente a las mentiras

– Intenta ser prudente y comprender sus motivos: las mentiras dan mucha rabia, pero a veces hasta la persona más honesta cae en la tentación de mentir, por lo que no debemos juzgar duramente.

– Intenta hablar en privado con esta persona y, de forma asertiva, explicarle que crees que no está siendo sincera contigo y que te gustaría hablarlo, nunca de forma agresiva y siempre dejando claro que quieres entender sus motivos.

– Déjale claro que no te importa y perdona una vez si entiendes que tiene algún tipo de justificación, pero que esperas en adelante sinceridad absoluta para no ver minada tu confianza.

Ten en cuenta que no puedes cambiar a nadie, y que hay gente que prefiere no ser sincera. En este tipo de casos, vale más que no gastes más esfuerzos en intentar mejorar su sinceridad, y que sepas que puede volver a mentirte en el futuro.

Consejos para evitar mentiras

Reflexiona si verdaderamente tiene sentido mentir, si vas a hacer daño a alguien, o si esa mentira no acabará teniendo consecuencias peores que el beneficio inmediato que puedas obtener..

– Intenta evitar hablar de aquellos temas que te generen incomodidad y en los que puedas sentir la tentación de tapar la realidad con una mentira.

– Evita la compañía de personas que puedan influirte a tener que mentir.

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