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Problemas intestinales: Comprender, prevenir y abordar las afecciones gastrointestinales

¿Sabías que alrededor de 50 millones de personas van al médico por problemas intestinales al año? Estos son los datos aportados por la CDC (acrónimo de Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades).

Por fortuna, es algo con lo que no tenemos que vivir. Existen métodos de prevención y sistemas de diagnóstico temprano que pueden ser la solución para mejorar la calidad de vida. Algunos suplementos, como este de rábano negro y alcachofa puede ayudarte.

A lo largo de este artículo vamos a tratar el tema en detalle:

¿Qué son los problemas intestinales?

Podemos entender una enfermedad digestiva como un problema de salud que se localiza en el aparato digestivo. Dependiendo de sus síntomas y consecuencias, se pueden clasificar en leves o graves.

Para detectar estas afecciones existen métodos como una endoscopia, colonoscopia, endoscopia con cápsula, ultrasonido endoscópico, entre otras.

Además, muchos de los procedimientos quirúrgicos que se emplean para solucionarla se localizan en el aparato digestivo. También es conveniente saber que la medicina ha evolucionado tanto que ahora se pueden hacer trasplantes en el páncreas, hígado y en el intestino delgado.

¿Cuáles son las enfermedades intestinales más habituales?

Aquí vamos a estudiar una relación de las enfermedades intestinales más comunes:

1. Dispepsia

Lo cierto es que con el término de dispepsia hacemos referencia a aquellos síntomas de indigestión que no tienen una causa evidente. El afectado experimentará náuseas, saciedad precoz, vómitos o distensión.

Después de haber pruebas diagnósticas, no se encontrarán cambios en el tubo digestivo.

Se calcula que afecta a un 20% de la población mundial, por lo que es una de las enfermedades más comunes.

Como dato de interés, si se localiza un motivo desencadenante, estaremos hablando de una dispepsia secundaria.

2. ERGE o Enfermedad por reflujo gastroesofágico

Esta enfermedad se produce cuando el contenido del estómago llega a parar en el esófago; afecta al tubo de deglución produciendo un determinado daño debido al efecto de los ácidos gástricos. Algunos de los síntomas que se experimentan son acidez y reflujos, normalmente provocados por las comidas demasiado copiosas.

El síntoma más habitual de esta enfermedad es ardor en el pecho y este puede empeorar una vez se ha comido o cuando el paciente se acuesta. Otros síntomas que se pueden manifestar son náuseas, malestar en la zona alta del abdomen, entre otros.

Con algunos cambios en el estilo de vida se puede prevenir la enfermedad por reflujo gastroesofágico. También se comercializan fármacos antiácidos que suelen funcionar muy bien.

En casos extremos, se plantea la cirugía antirreflujo.

3. SII o Síndrome del Intestino Irritable

Como tal no es una enfermedad, sino una serie de síntomas que se producen al mismo tiempo, siendo los más habituales es dolor recurrente en el abdomen, así como algún cambio en las evacuaciones (cuadros de diarrea o estreñimiento).

A diferencia de otras enfermedades similares que pueden producir los mismos síntomas, no produce señales de daños o inflamación en el intestino.

Por el momento, se desconoce cuál es la causa de la enfermedad, pero se manejan teorías como el estrés a edades tempranas, movimientos de intestino irregulares o desequilibrio de la microbiota intestinal.

4. Celiaquía

Alrededor de 1 de cada 100 personas son celíacas; sin embargo, no muchas lo saben.

Los síntomas que presenta una enfermedad celíaca son náuseas, pérdida de apetito y de peso, deposiciones anormales, diarrea o estreñimiento.

Es una enfermedad grave ya que, si no se controlan los síntomas, podría llegar a afectar a otros órganos y sistemas.

No tiene cura, pero se puede detener el malestar siguiendo una dieta estricta.

Hay muchas más enfermedades intestinales, pero estas 4 son las más comunes.

¿Cómo prevenir las afecciones gastrointestinales?

Aquí indicamos algunos consejos que pueden ayudar con la prevención de las enfermedades intestinales:

· Dieta equilibrada: es fundamental mantener una dieta equilibrada que incluya proteínas, frutas, cereales, semillas y verduras en las proporciones adecuadas.

· Hidratación: se recomienda beber alrededor de 2 litros de agua, aunque dependerá de cada persona. Además, es recomendable consumir agua que haya sido purificada.

· Ten mucho cuidado con los excesos, especialmente con los alimentos que aportan muchos carbohidratos y las bebidas carbonatadas.

· Higiene: es fundamental mantener una buena higiene a la hora de preparar los alimentos. Además, antes de ir a comer y después de ir al baño nos lavamos las manos a conciencia con jabón.

· Refrigerar: los alimentos deben ser refrigerados de la forma correcta para evitar que se descompongan y supongan una intoxicación que derive en los trastornos anteriores.

· Tapa los botes de basura: asegúrate de que están correctamente tapados y deséchalos con la frecuencia adecuada, especialmente si vives en un clima tropical.

Conociendo esta información sobre las enfermedades intestinales más habituales, y los consejos que hemos visto a continuación, estás más preparado/a para enfrentarte a ellos.

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